Almacén sostenible, logística responsable
Un almacén sostenible es la instalación dedicada al almacenaje y gestión de los productos que genera el mínimo impacto medioambiental.
Hoy en día, las empresas tienen la necesidad de reducir su huella de carbono y de hacer un uso eficiente de los suministros y recursos, a fin de frenar entre todos los efectos del cambio climático. El sector logístico es de las industrias que mayor crecimiento ha experimentado en la última década a nivel mundial. Por lo que su responsabilidad en la aceleración del cambio climático está en el punto de mira de todos. Su implicación no es solamente en relación con la gestión de los transportes. La logística abarca desde la expedición de las materias primas a la entrega de un paquete a un cliente B2C de una ecommerce. En consecuencia, todas aquellas empresas que están en la cadena y que tienen almacenes con productos a comercializar, son parte también de esta responsabilidad climática.
En este artículo vamos a exponer las buenas prácticas para un almacén sostenible y como un software SGA de almacén nos ayuda a conseguirlo.
Tabla de contenidos
Manual para un sistema de gestión de almacén sostenible
La digitalización de las operaciones del almacén es la única forma de acabar con el despilfarro de recursos y, por consiguiente, es una transformación indispensable para la empresa que aspire a ser medioambientalmente responsable. Tener implementado un sistema de gestión ambiental en la empresa y por consiguiente también en el almacén va a ser de obligado cumplimiento en un futuro cercano según las normativas europeas.
En los almacenes de las empresas, se generan residuos, se usan materiales de embalaje, se gestionan devoluciones, se desechan productos, entre otras casuísticas. Si todas estas operativas ocupan tiempo y espacio, provocan gastos, y además deben ser documentadas, ¿por qué no aprovechar las funcionalidades del software SGA de almacén para optimizarlas? ¿Por qué no implementar un sistema de gestión de almacén sostenible?
Dos son las normas principales en torno a la gestión de empresa sostenible, por un lado, la ISO14001 y por otro el EMAS.
ISO14001
La ISO 14001 es una norma internacional que establece los requisitos para un sistema de gestión ambiental (SGA) efectivo en una organización. Fue desarrollada por la Organización Internacional de Normalización (ISO) con el objetivo de proporcionar un marco para que las organizaciones puedan gestionar sus impactos ambientales y mejorar su desempeño ambiental.
La norma ISO 14001 se basa en el ciclo de mejora continua. Este enfoque ayuda a las organizaciones a identificar y controlar los aspectos ambientales relacionados con sus actividades, productos y servicios, y a establecer objetivos y metas ambientales para reducir su impacto negativo en el medio ambiente.
Al implementar un sistema de gestión ambiental basado en la norma ISO 14001, las organizaciones pueden lograr una serie de beneficios. Estos incluyen una mayor eficiencia en el uso de los recursos, una reducción de los residuos y la contaminación, el cumplimiento de la legislación y los requisitos ambientales aplicables, una mejora en la imagen y la reputación corporativa, y una mayor participación de los empleados en la gestión ambiental.
La certificación según la norma ISO 14001 se lleva a cabo a través de un proceso de auditoría realizado por una entidad de certificación independiente. Obtener la certificación demuestra el compromiso de una organización con la protección del medio ambiente y su capacidad para cumplir con los requisitos de la norma.
EMAS
El Reglamento EMAS (Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Medioambientales) es un instrumento de la Unión Europea (UE) establecido por el Parlamento Europeo y el Consejo para fomentar la mejora continua del desempeño ambiental de las organizaciones. EMAS se basa en la norma internacional ISO 14001, que establece los requisitos para implementar un sistema de gestión ambiental.
EMAS va más allá de la ISO 14001 al exigir a las organizaciones participantes que realicen una declaración ambiental verificada públicamente. Esta declaración proporciona información transparente y detallada sobre los impactos ambientales de la organización, así como sobre las medidas tomadas para reducirlos.
El Reglamento EMAS promueve la participación de las organizaciones en la protección del medio ambiente y fomenta la implicación de empleados, clientes y otras partes interesadas en la toma de decisiones ambientales. Al adherirse a EMAS, una organización se compromete a cumplir con los requisitos legales aplicables, establecer objetivos de mejora continua y someterse a auditorías periódicas para garantizar el cumplimiento de los estándares ambientales.
EMAS es voluntario y está abierto a cualquier tipo de organización, tanto del sector público como del privado, que desee mejorar su desempeño ambiental y demostrar su compromiso con la sostenibilidad. Al implementar el Reglamento EMAS, las organizaciones pueden mejorar su reputación, fortalecer la confianza con los clientes y cumplir con las expectativas crecientes de responsabilidad ambiental.
Buenas prácticas para un almacén sostenible
Gestión de residuos del almacén
El objetivo principal es reducir los residuos y reutilizar o reciclar siempre que sea posible. Dependiendo de la industria a la que pertenezca la empresa se generan residuos de diferente índole. Por ejemplo:
- Residuos de embalajes: plásticos, cartones, papeles, maderas, espumas tipo foam y EVA.
- Residuos de productos: todos aquellos productos o componentes de producto que han caducado, que están obsoletos y descatalogados, o son defectuosos y no reparables.
- Residuos peligrosos: aceites, lubricantes, pinturas, tintas, aerosoles, disolventes… En resumen, son residuos que requieren una gestión de desecho especial. Según su cantidad será necesaria la contratación de una empresa gestora especializada en estos residuos para su eliminación.
En un almacén sostenible existirá una política de separación de residuos, de la que los empleados estarán informados para su cumplimiento. Los residuos serán depositados en contenedores separados para su gestión, de forma que se facilite su desecho o recuperación. Un software SGA de almacén puede ofrecer las herramientas para la información, clasificación y gestión de los residuos.
Gestión de recursos
La implementación de un sistema de gestión de almacén tiene como objetivo principal la eficiencia. O, dicho de otro modo, la finalidad más importante del SGA de almacén es conseguir el máximo rendimiento de las operaciones con el uso mínimo de recursos. Esta máxima es por sí misma el principal requisito para la sostenibilidad. En relación con la gestión de los recursos en un almacén sostenible, buenas prácticas serían:
- Establecer un procedimiento cuando se almacenen materiales con caducidad para disponer de esos productos en el tiempo óptimo.
- Reutilizar materiales, componentes y productos siempre que sea posible.
- Usar los embalajes estrictamente necesarios.
- Realizar un mantenimiento preventivo de las maquinarias de almacén alargar su vida útil y ahorrar energía y materiales. Por ejemplo, de las carretillas eléctricas, de los robots móviles autónomos (AMR), de las impresoras etiquetadoras, de los dispositivos de recolección de datos, etc.
- Optimizar las operaciones de forma que se ahorren recursos como la energía, el tiempo y el agua. Ejemplo de ello es aprovechar la luz solar para reducir la luz eléctrica, no abusar del agua en la limpieza del almacén, apagar las máquinas cuando no están operativas.
Un software SGA de almacén es un activo para la sostenibilidad y el respeto al medioambiente en una empresa
Con un software SGA de almacén gestionamos los inventarios de productos, el control de stock, el picking y el packing, los envíos, el aprovechamiento del espacio y de los tiempos, y también podemos controlar materiales, residuos y piezas, entre otras funcionalidades del software logístico.
Optimización del proceso de picking
Diseñar un proceso de picking que consiga el mínimo gasto de recursos (como tiempo, energía, empleados, espacio) además del menor número de movimientos en las tareas de recolección y empaquetado de productos a expedir. El picking es uno de los procesos más importantes en la gestión de un almacén. Su automatización es una ayuda a la reducción de la huella medioambiental.
Control del stock
Evitar despilfarro con una política coherente de stock que permita la previsión realista y evite las roturas de stock. En nuestro artículo sobre los pros y los contras de tener un stock de seguridad tienes más información sobre este tema.
Gestión de las devoluciones
Establecer procesos de control y gestión de los productos devueltos con la finalidad de aprovechar al máximo estos productos. La gestión de la logística inversa juega un papel protagonista para alcanzar la excelencia medioambiental de una empresa.
Verificación de pedidos y empaquetado
Evitando errores en los envíos disminuyes las devoluciones y los envíos repetidos, por tanto reduces tu huella de carbono y los residuos.
Agrupación de los envíos
Optimizar las rutas para reducir tu impacto en los transportes. El transporte es uno de los puntos calientes en cuanto a huella de carbono se refiere. Por consiguiente, un diseño de envíos y rutas eficiente es crucial.
Optimización del espacio y evitar daños en los productos
Reducir los desplazamientos dentro del almacén gracias a un buen diseño de ubicaciones y a la asistencia al operario que da el sistema. Además de prevenir daños en el stock reduciendo las manipulaciones manuales gracias a la automatización que permite el software SGA combinado con los robots autónomos.
Cuenta con una consultoría logística especializada en la implementación de un software SGA para un almacén sostenible
Tener de tu lado la experiencia y el conocimiento de un equipo experto en consultoría logística será un seguro para el éxito. para implementar eficientemente el software SGA de almacén hay que diseñar operativas eficientes. Algunas de ellas son:
- La mejor ubicación según rotación de los productos y características de peso o volumen, así como si son perecederos o no.
- Evitar errores de antemano con un procedimiento de verificación de pedidos.
- Optimizar el control y gestión de actividades de almacén como la manipulación y el reacondicionamiento.
- Agrupar envíos por destinos.