Optimiza la rentabilidad del almacén eliminando los 7+1 derroches
La rentabilidad del almacén es uno de los factores clave en la gestión logística moderna. Un almacén eficiente no solo garantiza entregas rápidas y precisas, sino que también minimiza los costes operativos y mejora la productividad. Sin embargo, en muchas operativas logísticas existen desperdicios que reducen la eficiencia y generan pérdidas económicas.
El concepto de los 7+1 derroches proviene del Lean Manufacturing y se aplica en la intralogística para identificar y eliminar actividades que no aportan valor. Estos derroches, como el exceso de inventario, los tiempos de espera o los movimientos innecesarios, afectan directamente a la rentabilidad de la gestión logística. Detectarlos y erradicarlos permite a los directores logísticos mejorar la eficiencia operativa y reducir los costes sin comprometer la calidad del servicio.
Índice de contenidos sobre cómo eliminar derroches en la gestión del almacenamiento
¿Qué son los 7+1 derroches en la logística del almacén?
El concepto de los 7+1 derroches surge de la metodología Lean, un enfoque orientado a la eliminación de desperdicios en los procesos productivos y logísticos. Estos derroches son actividades que consumen recursos sin aportar valor al cliente final y, por tanto, reducen la rentabilidad del almacén.
Entre los más comunes encontramos la sobreproducción, el exceso de inventario, los movimientos innecesarios, los tiempos de espera y los defectos en los pedidos. A estos se añade un octavo desperdicio clave en la logística moderna: el desaprovechamiento del talento humano.
Para mejorar la rentabilidad de la gestión logística, es fundamental analizar cada uno de estos derroches y aplicar estrategias para reducirlos. Esto no solo optimiza el flujo de trabajo dentro del almacén, sino que también mejora la experiencia del cliente y la competitividad de la empresa.
1. Sobreproducción: el exceso que impacta en los costes
Uno de los principales problemas en la logística de almacenes es la sobreproducción, es decir, la adquisición o fabricación de más productos de los necesarios. Este desperdicio genera un aumento en los costes de almacenamiento, riesgos de obsolescencia y un uso ineficiente del espacio disponible.
Para evitarlo, es fundamental contar con una planificación precisa basada en la demanda real del mercado. La implementación de un sistema de gestión de almacenes (SGA) avanzado permite mantener un equilibrio adecuado en los niveles de inventario, reduciendo excesos y optimizando la rentabilidad del almacén.
2. Inventario excesivo: un problema de espacio y capital inmovilizado
El exceso de inventario es otro de los grandes desperdicios en la gestión logística. Almacenar productos en exceso genera costes adicionales en mantenimiento, seguros y espacio, además de aumentar el riesgo de deterioro o caducidad.
Para mejorar la rentabilidad de la gestión logística, es necesario implementar estrategias de inventario just-in-time (JIT) y utilizar herramientas tecnológicas que permitan un control preciso del stock. Un almacén con un inventario bien gestionado reduce costes y mejora la eficiencia operativa.
3. Tiempos de espera: la ineficiencia oculta en la operativa
Cada minuto que un operario, una máquina o un pedido permanece inactivo representa un coste innecesario. Los tiempos de espera pueden deberse a retrasos en la recepción de mercancías, fallos en los procesos de picking o falta de sincronización en la expedición.
Reducir este desperdicio implica mejorar la planificación de recursos, implementar herramientas de automatización y optimizar los procesos de gestión. Un almacén bien organizado reduce las esperas y mejora su productividad, aumentando la rentabilidad del almacén.
4. Movimientos innecesarios: optimización del flujo de trabajo
Los desplazamientos innecesarios dentro del almacén representan un alto coste en términos de tiempo y esfuerzo. Cuando los operarios deben recorrer grandes distancias para recoger o reubicar productos, la eficiencia del proceso se ve afectada.
Dentro del almacén, el desplazamiento innecesario ocurre cuando los productos son movidos varias veces sin eficiencia y análisis correcto, o cuando la distribución del layout obliga a los operarios a recorrer largas distancias para completar sus tareas. Esto incrementa el tiempo de manipulación, aumenta el desgaste de equipos como carretillas y transpaletas, y disminuye la productividad de los operarios.
Para eliminar este desperdicio, es necesario optimizar la distribución del almacén, utilizar estrategias de picking eficientes y reducir la cantidad de movimientos manuales mediante la automatización. Un buen diseño de layout logístico puede mejorar significativamente la rentabilidad de la gestión logística.
5. Procesos innecesarios: simplificar para mejorar la eficiencia
En muchas operativas logísticas, se realizan tareas que no aportan valor real al proceso. La duplicación de registros, las verificaciones excesivas o los controles innecesarios generan pérdidas de tiempo y recursos.
Para aumentar la rentabilidad del almacén, es necesario analizar cada proceso y eliminar aquellos pasos que no contribuyen a la eficiencia. La automatización y el uso de software avanzado ayudan a reducir estas ineficiencias y optimizar los flujos de trabajo.
6. Defectos y errores en los pedidos: impacto en costes y satisfacción del cliente
Los errores en la preparación de pedidos generan devoluciones, costes adicionales y pérdida de confianza por parte de los clientes. La falta de precisión en el picking, la mala gestión del inventario o los fallos en el embalaje pueden derivar en productos incorrectos o dañados.
Para evitar este desperdicio, es clave implementar herramientas que mejoren la trazabilidad y el control de calidad. Los sistemas de gestión de almacenes con tecnología avanzada ayudan a minimizar errores y a garantizar una operativa más precisa y eficiente.
7. Transporte innecesario: costes externos en la logística del almacén
El transporte innecesario es uno de los derroches más comunes en la logística y uno de los más costosos si no se gestiona correctamente. Este desperdicio se refiere a los transportes no optimizados de productos a lo largo de la cadena de suministro y que no aportan valor.
En la distribución externa, el transporte innecesario se traduce en rutas de reparto ineficientes, envíos con carga parcial que incrementan los costes de combustible y fallos en la planificación de entregas. Optimizar la gestión de transportes mediante un sistema de planificación avanzada y un estudio de rutas eficiente permite reducir estos desplazamientos superfluos y mejorar la rentabilidad del almacén.
8. Desaprovechamiento del talento humano: el octavo desperdicio
El desaprovechamiento del talento humano es un desperdicio que muchas empresas pasan por alto. Un equipo mal capacitado, desmotivado o sin acceso a herramientas adecuadas no puede desempeñar su trabajo de manera eficiente.
Invertir en formación, mejorar las condiciones de trabajo y proporcionar acceso a soluciones tecnológicas avanzadas permite potenciar el talento del equipo. Un almacén eficiente no solo depende de la automatización, sino también de empleados capacitados que sepan aprovechar al máximo las herramientas disponibles.
Estrategias para eliminar los derroches y mejorar la rentabilidad del almacén
Para reducir estos desperdicios y mejorar la rentabilidad de la gestión logística, es fundamental combinar la optimización de procesos con el uso de tecnología avanzada. Un sistema de gestión de almacenes (SGA) permite identificar y corregir ineficiencias en tiempo real, optimizando el uso de los recursos y mejorando la productividad.
Además, la implementación de metodologías como Lean Logistics y la automatización de tareas clave contribuyen a una operativa más ágil y rentable. La clave está en analizar cada proceso, eliminar lo innecesario y enfocarse en actividades que realmente aporten valor.
Una logística eficiente es la clave para la rentabilidad
Eliminar los 7+1 derroches es esencial para mejorar la rentabilidad del almacén y garantizar una operativa eficiente. Identificar estos desperdicios y aplicar estrategias para su eliminación permite optimizar el uso de los recursos, reducir costes y mejorar la calidad del servicio.
En un entorno logístico cada vez más competitivo, la eficiencia no es solo una ventaja, sino una necesidad. Apostar por la optimización de procesos y el uso de tecnología avanzada es la mejor estrategia para garantizar una rentabilidad de la gestión logística sostenible y a largo plazo.